Cuando se acaba el día, y en profundo silencio damos a la moviola de todo lo vivido para, entre recuerdos, atisbar esa luna que señala el maestro que hay en cada conciencia.
viernes, 4 de julio de 2008
Si tuviera tus manos...
Rafael Fernando Navarro
Si tuviera tus manos, si tuviera tu boca estremecida y entregada. Si tuviera tu sombra iluminada, si tuviera tu cuerpo, si tuviera…
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