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En pleno otoño boreal, tras una larga pausa veraniega precedida de un no menos largo período de lento caminar, “La hora del Grillo” reemprende la marcha.
Sin rumbo y sin ruta, pero con una idea clara de dónde cae el Norte y donde el Sur, vamos a seguir caminando a ratos, vagando quizá otros, en busca de senderos que nos acerquen a la tan deseada Utopía.
No nos mueven propósitos sino fines. No pretendemos alcanzar objetivo alguno porque, según nuestro entender, vivir no consiste en llegar sino en hacer camino.
Vamos a caminar de nuevo, pues, como desde un principio, con sólo la ilusión de ofrecer textos a quienes quieran tomarlos para su personal "hora del Grillo".
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Sin rumbo y sin ruta, pero con una idea clara de dónde cae el Norte y donde el Sur, vamos a seguir caminando a ratos, vagando quizá otros, en busca de senderos que nos acerquen a la tan deseada Utopía.
No nos mueven propósitos sino fines. No pretendemos alcanzar objetivo alguno porque, según nuestro entender, vivir no consiste en llegar sino en hacer camino.
Vamos a caminar de nuevo, pues, como desde un principio, con sólo la ilusión de ofrecer textos a quienes quieran tomarlos para su personal "hora del Grillo".
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