En los post de Rafael y de Pep encuentro ansias de espiritualidad y desconfianza de las explicaciones racionales, aunque como dice Pep necesitamos una explicación. Estamos desengañados de las explicaciones añejas o interesadas, pero el corazón no renuncia a la verdad de sus sentimientos. Mientras no tengamos una explicación válida, ésta es nuestra verdad; y es tan auténtica como la energía que nos engendró.
Gonzalo Haya