Greg Moses
La bala que partió el cuello del Soñador el 4 de abril de 1968 todavía no ha rozado el Sueño. Pero impidió que un hombre cumpliera su palabra: cerrar la capital de los EEUU durante el verano de 1968. Cuarenta años después, es ocioso pretender ignorancia sobre el paso que habría dado luego Martin Luther King Jr.
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