Cuando se acaba el día, y en profundo silencio damos a la moviola de todo lo vivido para, entre recuerdos, atisbar esa luna que señala el maestro que hay en cada conciencia.
José Comblin.
En un extenso trabajo sobre “La crisis de la religión en la cristiandad”, el teólogo José Comblin examina la “Existencia de la crisis” para luego ubicarla en “El contexto cultural”, especificar “Las novedades” –especialmente el cambio en la concepción de la cosmología- y detallar algunas “Tentativas de restauración” y “El desafío pentecostal”. De ese análisis, publicado por Ecuvives, PE reproduce los dos últimos capítulos “¿El evangelio?” y “El futuro de la religión”
“La hora del Grillo” es la web de un grupo diverso de personas que desea construir un mundo más humano y busca entre los recursos que tiene a su alcance el mejor modo de hacerlo.
En este espacio encontraréis un revuelto de temas y de artículos en el que habrá análisis sociológicos y políticos de plumas sensatas que hemos seleccionado de la red, reflexiones éticas, poemas, invitaciones a la búsqueda interior... Todo cuanto sirva para cultivar esa preciosa flor de la bondad que crece naturalmente en el corazón humano pero que se marchita fácilmente si se la descuida.
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El Evangelio y los Movimientos eclesiales: Conozco algunos Movimientos desde su inicio practicamente y lo que empezo con un ímpetu arrollador, terminó convirtiéndose en 'más de lo mismo'. Se fue perdiendo la frescura, el aire nuevo que trajeron. Lo que en un inicio fue vivir el Evangelio, fue dando lugar a vivir normas en unas estructuras que la Jerarquia eclesiastica les impuso. Como dice el autor de la misma Acción Católica, tal y cual los demás Movimienos. Lo primero de todo es la Regla, que si bien surge del mismo movimiento, la jerarquia debe aprobarla, la guia hasta decir lo que a ella le cuadra. Pasan años hasta que la iglesia apruebe una Regla, todo tiene que ser según ellos y así se van distanciando cada vez más del espiritu que los animó en un principio, convirtiéndose en estructuras inmensas, pero vacías de humanidad.
ResponderEliminarOtro punto débil, en mi opinión, de estos Movimientos, es la exaltación que hacen del fundador,este pasa a ser el centro y ya no son las palabras de Jesús lo que cuenta, sino las de Jesús, filtradas por la mente del fundador. La libertad (aunque no se den cuenta) es lo primero que pierden lo miembros, se piensa y hasta se habla de manera uniformada, a manera del fundador o fundadora. Me atreveria a decir que hasta se convierten, en muchos aspectos en sectas.
Bien, esto me surge de leer este artículo, habría mucho más para comentar, solo me quedo con este punto.
La espiritualidad tiene dos dimensiones. Una personal. La Fe es un encuentro personal con Él y cada uno tiene su experiencia. Pero la espiritualidad, si no queremos que sea un mirarse el ombligo, un regodearse en uno mismo, se ha de vivir en comunidad. No sé si Jesús quiso fundar o no una religión. Posiblemente, partiendo del judaísmo, purificó la relación del hombre con Dios existente en su época. Pero lo que sí es cierto es que inmediatamente formó una comunidad y con ella se trasladaba por las tierras de Galilea y de Judea.
ResponderEliminarCristo es multiforme. Los movimientos hacen vida una parte de ese Jesús que para una sóla persona resultaría inavarcable. El Fundador, por ejemplo para mí que soy hermano de La Salle, representa el carisma, el camino que me une a mis otros hermanos. Nunca ahoga la voz de Jesús.
Enn grupo tenemos el peligro de formar un grupúsculo. Si el grupo sabe hacer autocrítica no caerá en este defecto. Uno solo...A parte de grandes carismáticos que abren nuevos caminos...es muy fácil perderse y escucharse a uno mismo creyendo que escucha a Jesús.
¿Por qué si no buscamos nosotros aquí en la Hora del Grillo compartir nuestras vivencias e ideas?
Me gustaría detenerme unos instantes en el principio del trabajo de Comblin, en los seis párrafos que hay debajo del subtítulo ¿El Evangelio?
ResponderEliminarMe parece interesante observar que en ellos se refiere a la crisis de la religión tradicional, pero no al evangelio. El mundo no rechaza el evangelio porque, contrariamente a la religión, éste no es imposición sino una permanente invitación a reflexionar sobre la propia conducta y los sentimientos que la mueven. Y esta reflexión es humana, y como tal se acepta.
El problema que yo veo es que el evangelio está secuestrado por la religión. Liberar al evangelio de las instituciones eclesiásticas que se lo adjudican podría ser un primer paso para evitar su rechazo. Porque el mundo no rechaza el evangelio, pero sí la falsedad de las instituciones que lo predican y la doctrina que extraen del modo como lo interpretan.
Pero aun así, nos íbamos a encontrar con el problema de las creencias. En mi opinión, el mundo actual no está dispuesto a creer en verdades reveladas, y mientras el cristianismo siga insistiendo en sus creencias en “el más allá” va a seguir recibiendo el rechazo del mundo profano. Por tanto, si queremos que llegue al mundo actual habrá que liberarlo también de las creencias que aparentemente lo fundamentan.
Los motivos personales para aceptar unas determinadas creencias son muy diversos. Al igual que los que impulsan a cada persona a formar parte de una comunidad religiosa, tanto en forma eclesiástica como eclesial. Pero no pedemos pensar ni por un instante que el mundo pueda hacer el camino de regreso hacia la religión. La forma de vida actual no se puede fundamentar en creencias religiosas. El ser humano empezó hace tiempo a pensar por su cuenta, y acertadamente o no, es el camino que tiene trazado. Difícilmente aceptará creencias religiosas nadie que no le hayan sido imbuidas de un modo u otro ya desde la niñez, y aun así.
Los grandes símbolos religiosos sirven para las minorías creyentes, pero no para las mayorías increyentes. A éstas, de nada les sirve el lenguaje mítico-religioso tradicional. En mi opinión, una espiritualidad adecuada a la realidad actual no debe basarse en los símbolos sino en lo simbolizado.
Con esto no quiero decir yo que la religión tal y como en la actualidad se ofrece no tenga utilidad a nivel personal o en colectivos de dimensiones reducidas, pero sí que me parece evidente que no tiene ninguna opción en la civilización occidental cristiana.
Todo esto que aquí apunto es lo que me hizo decirle hace ya años a un párroco con el que solía conversar a menudo, que yo me considero un cristiano agnóstico. Se echó a reír, y me dijo que eso era un disparate. Tal vez para él lo fuese, pero yo cada día lo tengo más claro: vivir cristianamente es vivir humanamente. Las tradiciones religiosas son fuentes de sabiduría que pueden sernos muy útiles para crecer humanamente si no dejamos que nos esclavicen la mente.
Comparto totalmente que la espirirtualidad debe vivirse en comunidad, no se explicaria entonces que estemos en este espacio, porque de alguna manera queremos vivir, compartir con otros nuestra dimensión espiritual. Lo que recalqué en mi comentario es el error en el que caen algunos movimientos, solamente eso. Para nada rechazo y creo que nadie, aún no siendo cristiano lo rechaza, lo que se rechaza, es la manipulación que de él hacen algunos miembros de la iglesia que se creen dueños absolutos del mensaje evangelico.
ResponderEliminarPerdón!!! se me pasó algo en mi comentario anterior. "Para nada rechazo, el Mensaje evangelico..."
ResponderEliminarPues eso de escribir a las 4 de la mañana tiene alguna que otra desventaja para mí, tengo más sombras que luces!!!