La miseria genera muchas muertes invisibles, silenciosas, que carecen de la espectacularidad que suelen otorgarles los medios a otras muertes más relevantes. Más relevantes por imprevistas, por saltar del anonimato a las letras de los periódicos, a las imágenes de televisión, a las noticias de las radios, por tratarse de víctimas y de victimarios con nombres y apellidos que trascienden la rutina y se asoman, aunque fugazmente, a la popularidad de nuestro cotidiano universo.
Un asesinato individual es tanto más visible porque puede ser identificado; es el de alguien con rostro y con historia mientras que los miles de crímenes cometidos a lo largo de los días y de los años por el hambre o últimamente por la droga pasan fácilmente desapercibidos. Se trata simplemente de cifras no de nombres y apellidos y los asimilamos sin dolor y sin remordimientos porque no se hallan públicamente identificados, aunque en el fondo seamos colectivamente responsables de esas muertes.
Leer más...
Interesante temas tocas en este blog. un gusto encontrarte en todo este mundo de la lectura..
ResponderEliminarte dejo mis saludos fraternos
un abrazo
regresaré de eso no hay duda..
me quedo leyendo tus escritos que los veo muy pero muy interesantes..
Agradecido por tu visita y tu comentario.
ResponderEliminarMi felicitación por tu blog y por tu entorno bloggero, que sin duda es un reflejo de tu persona