Estos días se habla de los más de 160 millones de euros que los obispos de Irlanda van a pagar por los abusos deshonestos, cometidos por curas, frailes y monjas, contra niños y niñas de aquel país. Este vergonzoso asunto da más que hablar entre nosotros precisamente ahora, cuando en España se discute lo del aborto, sabiendo que Irlanda es un país donde el aborto está prohibido. Irlanda ha sido tradicionalmente muy católica y en ella las decisiones de la Iglesia católica se han hecho notar con fuerza durante siglos. Lo cual da pie para sospechar que la jerarquía católica ha presionado, sobre conciencias y autoridades, para conseguir dos cosas: mantener la prohibición del aborto y conseguir el ocultamiento de la pederastia de los clérigos. Señal, según parece, de que en las altas instancias de la Iglesia católica se considera que es más grave interrumpir un embarazo que abusar deshonestamente de un niño. Si lo primero se castiga con excomuniones y lo segundo se oculta con amenazas (para que no se sepa) y otros oscuros procedimientos, la cosa está clara: el Vaticano es implacable con el pecado del aborto y tolerante (hasta donde puede) en lo que se refiere al delito de pederastia.
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Habia puesto un comentario en tu posteo, que luego me dicuenta que estaba equivocado. No fue en tu poste donde se olustro con una foto de Jesus con chicos, donde la cara de Jesus estaba reemplazada por la cara de Grassi. Pido mil disculpas. Ya lo borre.
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