Desde las pantallas del televisor asoman rostros sonrientes y playas rebosantes. Los cronistas hablan de un 90 por ciento de ocupación hotelera y de un consumo que esboza un dejo de felicidad entre quienes apuestan su año entero a las ganancias que dejarán los turistas. Los informes especiales que se repiten cada año ante las cámaras detallan destinos más allá de las fronteras de estas geografías: las costas del Brasil, Uruguay, Caribe e, inclusive, Miami con gastos diarios de hospedaje y comida entre los 1500 y los 2000 dólares por persona.
Las arenas finas y cálidas de la meca argentina del poder económico desnudan pieles bronceadas y musculaturas trabajadas mientras en las calles van y vienen las niñas bonitas de la moda automovilística de gran portada: Jeeps Grand Cherokee, Chrysler PT Cruiser o la recientemente lanzada New Tucson de Hyundai. Pequeñas pinceladas de obscenidad que profundizan más y más el desequilibrio de esa balanza oculta y olvidada.
Sin saber ni poder siquiera pronunciar esas marcas de 4x4 deslumbrantes y representantes de la más cabal definición de pornografía, la vida se escurre en otros rincones.
Texto completo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Éste es un lugar para compartir. Anímate y escribenos algo que te mueva el alma.